Dicen algunos de Irán que está atrasado, como si la revolución hubiera estancado al país en décadas pasadas. Esto es cierto en muchos sentidos, especialmente si en nuestro retrato de Irán entran sus coches, su moda (masculina) y sus cortes de pelo. También solemos pensar que Irán es un país en vías de desarrollo, con muchas carencias en calidad de vida.
Sin embargo, si miramos más allá de la fotografía, encontramos un país aún culto, lleno de servicios y espacios públicos totalmente gratuitos y muy cuidados (fuentes, baños, parques), una red de carreteras que ya quisieran algunos en Europa, limpísimo, bien iluminado, con buen transporte público…
Eso sí: hay un tema en el que Irán no está estancado en los 70, sino en la Edad Media. La proliferación del chador, esa sábana negra que lo tapa todo menos la cara, nos recuerda que a pesar de las muchas profesionales con formación universitaria que hay en este país, y del cierto progresismo que se ve en algunas familias, en algunos aspectos volver a los 70 sería un triunfo para Irán.
De Matatus y Rickshaws 